domingo, 24 de noviembre de 2013

~Carta de un descosido a una desenamorada

-Hoy, finalmente, recibí el duro golpe final, tiempo atrás lo vi venir, pero, necio de mí, no quise dar la importancia que precisó... ahora, sólo quiero quedarme quieto, inmóvil, muerto, en este oscuro agujero, el cual, todavía no reconozco... estoy lleno de vacío, coloreado de blanco, negro y gris...

-Días han pasado, semanas quizá, no lo sé, el tiempo ya dejó de pasar para mí... ¿dónde estás? ¿por qué no me ayudas a salir de aquí...? Extraño máximamente tus cabellos tan rojos como el fuego, tu tez clara como la luna, tu música al hablarme... joder, lo echo de menos... ¿por qué no has vuelto? aún estoy esperando mirando al cielo...

-Ha pasado un mes... o eso cuentan las líneas marcadas en la pared, ha pasado mucho, quizá poco, sigo perdiendo la esencia, la existencia a mejor decir... en pensamientos bobos, recuerdos, hechos, palabras, promesas del pasado... aún te conservo aquí, aún te recuerdo, aún sigues en mí... ¿por qué yo no?

-Ni el color de mi alma sé discernir ya, ni el aroma de mi voluntad puedo alcanzar ya, pero a pesar de todo, mi mirada se mantiene firme en el cielo, ya ennegrecido de la esperanza que una vez deslumbraba.

-Mi voluntad empieza a flaquear, mi razón deja de dividir, mi corazón, maldito de él, se mantiene quebrado inquebrantable, me sigue preguntando si volverás... no sé qué responder.

-Creo que hoy es un día especial, un día de esos en los que... se supone, eres más, más sabio, que adquieres algo de experiencia, pero sinceramente, sigue quedando igual de poco entre mis manos y mi alma que en los inicios de estas infames líneas...

-No vas a volver,no recuerdas mi ser, no añoras mis palabras, sinceramente, estoy seguro de que no leerás estas maltrechas frases, siquiera recordarás lo que hubo antes de ellas, y todo lo que aquello había significado... ¿y esta maldita rosa...? pues quedará hasta el fin de los días en esta destrozada, triste y lúgubre cubierta, que un día fue un libro sin parangón...