viernes, 7 de febrero de 2014

-Pein

Un pesar demoledor arrolla mi joven alma... ¿qué puedo hacer? volvió a ocurrir...

¿Qué te ocurre muchacho? ¿por qué lloras?

Volvió a pasar, la rosa se vistió de luto, la rosa camina por la necrópolis en la que me encuentro y ya se despide... ya se marcha.

Si el destino lo quiere, querido mío, alguna vez la rosa dará lugar al nido en el que quieres entrar.

El destino me dio la espalda hace ya mucho, no confío en él, no creo en él, no quiero nada de él... me hirió con la hoja del pesar por última vez.

Chico... no te equivoques, la vida es injusta, pero el destino vela por ti, ¿qué puedes hacer tú para remediarlo?

Mucho, puedo hacer mucho... y lo más sensato es acabar con el dolor y llevar a mar muerto estas estúpidas lágrimas y bailan por mis mejillas.