¿Cuánto llevo engañándome? He perdido la cuenta, lo único que hago es coger un tenedor llamado Recuerdos para pincharme por dentro una y otra vez.
Desearía sentir aquella droga una última vez... sólo una vez más y poder ser capaz de decir adiós... es tan complicado.
No he salido de mi habitación en horas, no he comido, no he bebido y no me siento débil... ''El amor enloquece a los hombres.'' Espera... ¿No decía así la frase?
Da igual, llaman cada cinco minutos a mi puerta, no quiero abrirles, nadie ahí fuera sabe nada.
''¿Christian?'' ... Escucho a veces, pero mantengo el silencio, saben que estoy aquí.
Estas son las últimas notas de mi canción, los últimos versos del poeta.
Se encuentra a mi derecha, sobre el escritorio... fría, sin mediar palabra... ''El silencio que da paso a la tormenta.''
El ruido será ensordecedor y el resto querrá entrar a toda costa... echarán la puerta abajo, no puedo permitirlo.
En este cuaderno, que ni es real, he escrito mis memorias, mis sentimientos, mis historias... ¿Es el momento de poner el punto final?
Aprendí que nada es eterno, lo que se fuerza se rompe, lo que se cuida se gasta, todo se convierte en polvo y ceniza llenando de vacío nuestro interior.
Hace un par de años, me levantaba de la cama de un salto a pesar de tener el corazón totalmente desgastado... con las costuras rotas, pero tenía algo por lo que luchar.
Tomé la voluntad de vivir , pero todas las tormentas que he estado persiguiendo ya han llovido sobre mí.
Es por tanto... ''El arma de un hombre muerto'' ... Ya casi es la hora, creo que me tumbaré en la cama... a esperar.
