''La gente no olvida, nada queda impune.''
Totalmente cierto y por eso yo sigo aquí, apuntando a alguien que no soy yo ¿Dónde estás tú?
Porque tú sabrías decirme si apretar el gatillo o no... pero es la última bala en el tambor.
Todos están fuera, al menos lo que queda de ellos... el suelo es un charco carmesí en el que se bañan cientos de casquillos aún humeantes... y aquí dentro sólo quedo yo.
Voy a salir, lo he conseguido... llegar hasta aquí después de lo que pasó... he vuelto a nacer, pero... ¿Realmente vuelvo a ser yo? No lo sé, quizá algún día encuentre una respuesta para ello.
Tengo el corazón hecho pedazos ¿Acaso te sorprende? Y se supone soy el único que puede arreglarme... simplemente soy una moneda de cambio para una complicada transacción.
Llegó la hora, no más lágrimas de sangre, no más lamentos, no más angustia en el pecho... todo eso se ha acabado, quiero ser libre, quiero salir ahí fuera y si es necesario... pasar por encima de todos ellos... pero sólo me queda una bala en el tambor.
Quizá a día de hoy no recuerdes mi voz, mi nombre o mi cara... pero algo me dice que recuerdas a la perfección lo que quise ser y lo que no permitiste que fuera.
No me arrepiento de nada... ¿Y tú?
