lunes, 9 de diciembre de 2013

~Trust me once again

El coraje del hombre, reside en su corazón, y destaca, por desgracia, por su ausencia, una virtud que se esconde tras pocas corazas de carne y hueso... por desgracia, esa virtud sólo reside en aquel que alza el filo para defender al que considera su hermano de sangre, el que alza su jarra para entonar las canciones de sus victorias e intentos, el que alza el escudo de la voz en su defensa...

En los últimos pasos de la luna, me he dado cuenta de muchas cosas y he meditado sobre otras tantas, ahora veo con tanta claridad... es momento de arreglar y mejorar, no sabemos qué nos tiene preparado Destino, y yo, simple hombre armado con la palabra, es hora de que abandone este oscuro círculo, rodeado de oscuridad, recuerdos muertos y promesas rotas.

Sí, es mi momento, es el momento de dar un paso adelante, y junto a mí, tengo un ejército cuyos corazones albergan el coraje, amor, intensidad, furia y tenacidad necesaria para que vuelva a enderezarme sobre mi camino, un ejército que lucha contra el pasado, mi pasado, un ejército que no busca la gloria ni la sangre, un ejército cuyo objetivo es no dejar atrás a ningún compañero, incluido al que haya sido citado por la Señora de negro, aquel que esté acompañando a Aqueronte en su senda.

En estos nefastos días atrás, perdí mi coraje, mi orgullo, mi nombre, mi humanidad... es hora de gritar que no, que no toleraré que mi mente se arrodille una sóla vez de ahora en adelante, es hora de levantar mi alma y gritarle al cielo que no seré uno más, como dijo un sabio con una maravillosa voz... y qué mejor comienzo, que escribiendo estás líneas con las últimas y ya muertas lágrimas del pasado, dando lugar al nuevo comienzo, al progreso, la renovación, un nuevo nacimiento, y con él, un nuevo corazón.