Esperaba no tener que volver, pero aquí estoy... Pero ¿Para qué? Nada puedo cambiar con palabras. Seguro que os ha pasado alguna vez, seguro que sabéis de lo que hablo, os cuento. Hace tiempo, lo escuché con las palabras de alguien que no teniendo prácticamente nada se dejó la piel y más, para lograr una redención, que casi no le pertenecía, y proteger a quien pagó por sus actos. -De donde yo vengo, no importa cuántas cosas buenas haga usted mientras haya sola que manche el resto.- Y así es, vaya que si lo es. -Pero ahora está usted en el Nuevo Mundo ¿Es que eso no importa?- A veces conocemos a personas que, nos transmiten una sensación de protección... De salvación... De redención que no podemos entender. -Su optimismo haría sonreír hasta la persona más sombría, pero me temo que la justicia de la ley es la misma en todas partes.- Esa persona de la que os hablo acabó con un disparo en el corazón ¿Para qué? Para absolutamente nada. ¿Es un héroe? ¿Un mártir? Simplemente fue un hombre que hizo lo que creía que debía hacer. Puedes hacerlo bien tantas veces como seas capaz, pero todo caerá en saco roto mientras haya una sola cosa que hayas hecho mal o en la que te hayas equivocado. -Vivimos en un mundo tan loco que ahora esperamos todo lo contrario de lo que realmente queremos y rezamos para que no se tuerza demasiado para poder arreglarlo.-
¿Nunca te has preguntado qué sonido tienen ciertas cosas que vives o ves?
Yo ya he perdido la cuenta... Una niña llorando porque no obtiene lo que quiere , una hoja cayendo de un decrépito árbol, un perro correteando por su jardín... Todo produce un sonido y nos transmite una emoción... que no siempre queremos escuchar y ver. Cuando nos levantamos de nuestra cama, otro sonido y otra emoción... Puede ser un sonido fuerte y una emoción gratificante cuando saltamos de la cama yendo a por un nuevo día o puede ser un sonido suave y una emoción desoladora cuando te preguntas porqué sigue amaneciendo. Yo pienso que, al igual que cada acción tiene consecuencia, cada sonido tiene su emoción que, queramos o no, nos influye. ¿Cómo os afectan lo que escucháis y sentís? A veces todo es un ruido horroroso que no te permite pensar con claridad , ese ruido taladra cada una de mis ideas. No te haces una idea de la cantidad de sucesos que pueden producir ruido. Otras veces ese ruido se torna en un vacío que se apodera de todo tu ser, adopta tu nombre, roba tus sueños y se alimenta de tus recuerdos, entonces ya no eres nada... Ese es el sonido de un corazón rompiéndose.
