lunes, 2 de octubre de 2017

~ Sigmar

Vuelvo a ti, a tus negras páginas, porque he vuelto a soñar, ha susurrado mi nombre de nuevo y he sentido su tacto. Ha vuelto a mí tras tanto tiempo evitando cruzar hasta la más ínfima mirada.

Esta página lleva abierta desde la puesta de sol y por algún motivo ahora me encuentro delante suya, con el lápiz en la mano, sin saber muy bien qué hacer. Escribo y borro, una vez tras otra, cientos y cientos de palabras.

Me da miedo volver a la cama, no quiero volver a soñar, no quiero volver a ser tentado. Ni la más gruesa de las armaduras ni la fe más fuerte podría soportar el impacto de esa voz.

Me refugio entre otros libros para mantener la mente ocupada pero su voz sigue ahí, me llama y no parará, lo sé, no parará hasta quebrar mi voluntad.

Veo su reflejo en los cristales de mi ventana, la lluvia no frena el ímpetu de su aparición y me sonríe, me sonríe mientras quedo paralizado.

Sigo escribiendo, estas líneas que bailan en mi cabeza pero es complicado, casi se siente como si no quisiera plasmarlas.

Ha dejado de llover y pronto saldrá el sol. Ya no veo su rostro, ya no escucho su voz susurrándome al oído.

Me voy a dormir y quizá... No soñar.